jueves, 10 de mayo de 2012

Murió y volvió a la escuela

Para muchos niños las escuelas son lugares tenebrosos, este es el caso. Sentada al final se puede ver, solitaria, una figura espectral. La niña parece escuchar y observar atenta la clase. Sus compañeros de clase no se sienten perturbados, pues allí atrás no hay nadie. La cámara, sin embrago, como un ojo delator confirma la presencia de la espectral compañera inesperada.
Quien sabe, a veces esa silla del fondo siempre vacía no espera a nadie, tal vez ya está ocupada.






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